¿Acabas de mudarte a tu departamento nuevo con tu amigo peludo? El aseo es importante para el bienestar general de las mascotas; las mantiene limpias y sintiéndose bien. Por ende, si estás buscando consejos para bañar a tu perro en tu depa, en el siguiente artículo te mostramos algunas recomendaciones que te ayudarán a hacerlo de la manera más apropiada.
La frecuencia con la que se debe bañar a un perro depende del tipo de pelaje, la sensibilidad de la piel, las necesidades médicas, la rapidez con la que se ensucia o huele y las preferencias personales. Si se les da un baño con demasiada frecuencia, se corre el riesgo de eliminar los aceites naturales que ayudan a mantener su piel y pelaje sanos.
Si tu mascota tiene un pelo saludable y una piel normal, por lo general basta con bañarla una vez al mes. Si el veterinario no lo indica, no lo hagas más de eso, ya que podría resecar su piel y dañar su pelaje.
El cepillado es fundamental tanto antes como después del baño. El tipo de pelaje de tu perro determinará qué peine o cepillo funcionará mejor para desenredarlo o quitarle los nudos.
Utiliza un champú formulado específicamente para perros. Evita usar productos para humanos, ya que tienen un nivel de acidez demasiado alto para su piel y pelaje. El equilibrio del pH de la piel humana es distinto del de la de tu mascota, y los que están hechos para nosotros pueden resecar su piel y su pelo y causarle irritación por los aromas y otras sustancias químicas.
El uso de acondicionador en el pelo de tu mascota es opcional, pero puede ser útil de varias maneras. Ayuda a desenredar los nudos y suaviza el pelaje. Si bañas a tu perro con más frecuencia o si simplemente no puedes evitar que salte en cada charco de barro, el acondicionador después del champú ayuda a mantener la piel y el pelo hidratados.
Se recomienda utilizar uno en spray que no se enjuague para los perros de pelo largo, ya que ayuda a evitar que el pelaje se enrede al cepillarlo después del baño.
Limpiar los oídos de tu perro es muy importante después del baño. Evita que contraiga infecciones manteniendo el agua fuera de sus orejas mientras lo estás bañando. Luego, límpialas y sécalas bien utilizando un producto específico para la limpieza de sus oídos.
Después del baño, evita que tu perro esté empapado y corriendo por todas partes. Utiliza una toalla de microfibra de gran absorción para que el secado sea más sencillo. Sin embargo, si tu mascota tiene el pelo grueso o largo, lo mejor es utilizar una secadora para evitar la aparición de ronchas y reducir la posibilidad de que se enrede el pelaje, algo que suele ocurrir si se seca con el aire.
Las secadoras convencionales pueden servir, pero deben utilizarse en la posición de calor más baja.
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Cepillar el pelaje de tu perro antes de bañarlo ayuda a eliminar el exceso de pelo que impide que el champú penetre bien en su piel. En este paso es cuando puedes encontrar cualquier nudo que necesite desenredarse o recortarse.
Asegúrate de hacer una buena espuma de champú en el pelaje de tu perro. Utiliza los dedos para pasar el producto por el pelo más grueso o un cepillo de cerdas blandas. No olvides frotar con las manos las patas, el estómago, las axilas y la cola, que suelen olvidarse durante el proceso de baño.
Evita que el agua y el champú entren en contacto con la cara de tu mascota. Utiliza una toalla ligeramente húmeda para mojar y limpiar esta parte. Además, ten mucho cuidado de que no le entre nada en los ojos.
Después del champú, enjuaga hasta que el agua salga limpia de suciedad y espuma. Empieza por la nuca y entre los hombros delanteros, y luego ve bajando. No olvides enjuagar todos los lugares escondidos, como las axilas, la barriga y entre los dedos de las patas.
No querrás que queden restos de champú en el pelo de tu perro después del baño. Si al secarlo observas una zona más oscura donde el pelo parece juntarse, es señal de que quedan residuos del producto.
Siempre es aconsejable secar completamente al perro después de un baño. La humedad retenida en la piel durante demasiado tiempo puede provocar picazón, infecciones cutáneas o irritaciones. Además, el pelo húmedo se enreda mucho más rápido que el seco.
Para las mascotas de pelaje corto y liso, suele bastar con secarlas bien con una toalla, pero para las de pelo largo o denso, es mejor utilizar una secadora para asegurarse de que estén bien secas.
¡Ahora ya sabes cómo bañar a tu perro en tu depa! Recuerda que un buen aseo es importante para la salud y el bienestar de tu mascota. Además, no tiene por qué ser complicado, con los consejos adecuados será una experiencia agradable y sencilla tanto para ti como para tu amigo de cuatro patas.
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